HÁBITOS O COSTUMBRES CUYO ORIGEN ES SIEMPRE UN PENSAMIENTO
Los viejos hábitos persisten hasta en tus gestos. Los hábitos son fáciles de mantener porque no necesitas ser consciente de ellos; se mantienen por sí solos.Veamos un simpático ejemplo:
Mullá Nasrudin estaba enfermo y fue hospitalizado. Al cabo de un rato alguien llamó a la puerta y entró una mujer de aspecto enérgico.
Ella dijo: «Soy su médico. Desnúdese, he venido a examinarle».
Mullá preguntó: «¿Del todo?».
La doctora contestó: «Sí, del todo».
Así que se desnudó.
La mujer lo examinó y luego le dijo: «Ya puede usted acostarse. ¿Tiene alguna pregunta que hacer?».
Mullá Nasrudin dijo: «Sólo una: ¿por qué se ha molestado en llamar a la puerta?».
La mujer respondió: «La fuerza de la costumbre».