GENUARIUS
San Isidoro
Enero es Jano, el dios bifronte, el de las dos caras. El que mira hacia el pasado a la vez que observa el futuro porque para Jano no hay presente, o quizá sea ese instante fugaz que divide lo que fue de lo que viene.
Enero cierra una puerta con la mano derecha simultáneamente que abre otra con la izquierda. Es el momento del balance y del proyecto, el cierre de un camino y el inicio de otra senda.
En el mesario de la Basílica de San Isidoro de León, la influencia romana se hace evidente al representar enero con el dios Jano. Lo que vino y el porvenir. El ayer y el mañana. En ese espacio diminuto entre antes y después estamos usted y yo. El ciclo vuelve a empezar.