FORMALISMO RUSO
El formalismo ruso es un movimiento de crítica literaria vinculado a las vanguardias. Los formalistas rusos, que surgen entre 1915-1930, buscaron crear una "ciencia" de la literatura y aplicaron la lingüística al estudio literario con este fin. Según los formalistas, quienes eran de tendencia marxista, una obra literaria es un único objetivo en sí y no debe ser subordinada a otras disciplinas, como la psicología, la sociología o la historia. Sus exponentes principales fueron: Viktor Shklovsky, Yuri Tynianov, Vladimir Propp, Boris Eichenbaum, Roman Jakobson, Grigory Vinokur.
La literatura según los formalistas rusos
Aunque los formalistas eran marxistas, no daban importancia al contenido o al mensaje de la obra porque no lo consideraban la labor del crítico literario. En cambio, los formalistas rusos hicieron hincapié en la forma. De hecho, llegaron a la conclusión que la lengua poética y la lengua cotidiana eran dos lenguas diferentes, una idea que aborda Shklovsky en el ensayo "Arte como artificio". Shklovsky también dice que el arte distancia objetos de la automatización. Es decir que el lenguaje cotidiano es automatizado y la literatura debe ser una desviación del lenguaje ordinario. Shklovsky consideraba un lenguaje oscuro y difícil arte.
Asimismo, Roman Jakobson define la literatura como "una violencia organizada contra el habla cotidiana". El lenguaje es hecho extraño de diferentes maneras y el mundo cotidiano es hecho no familiar. Según los formalistas rusos, la literatura es una organización particular del lenguaje con sus propias leyes, estructura y mecanismos. Por lo tanto, la obra literaria es la manifestación de un sistema teórico.
Sin embargo se reconocen algunos problemas con el formalismo ruso como en todas las teorías:
La diferencia entre "dos" lenguas no es sostenible.
Definen a la literatura como la desviación del lenguaje cotidiano, pero éste también varía mucho (hay diferentes clases, discursos y estatus). ¿Y es toda desviación de la norma literatura?
Muchos textos se pueden interpretar como "extrañamiento" del lenguaje cotidiano (periódicos, anuncios, etc.), pero eso no quiere decir que sean literarios.
¿Cómo se puede crear una "ciencia" de la crítica literaria cuando no podemos ser totalmente objetivos, dado que no hay dos lecturas iguales?
Los juicios de valor cambian y algo que hoy se considera literario, puede no serlo mañana.