JIMMY LAWLOR
Un pintor que redescubre a su pueblo desde una mirada surrealista y plena de humor y ternura.
Irlanda es una tierra de historia milenaria, que ha visto magnificado su caracter insular dando cuna a artistas y literatos de proyecciòn universal. Hablamos de còmo ésta isla casi despoblada en el norte de Europa posee la más alta concentraciòn de escritores de talento del mundo! Hablamos, tambièn, de figuras de la talla de James Joyce, Samuel Beckett, Bram Stoker, las hermanas Bronté, Oscar Wilde, Arthur Connan Doyle, Flann O¨Brien, Williams Yeats, George Bernard Shaw - entre otros - muchos de los cuales fueron asimilados como ingleses por haber vivido en su patria bajo la dominaciòn de la corona británica, pero tan irlandeses como el que más.
No fueron los ingleses los ùnicos invasores que conocieron los irlandeses, antes pasaron por alli los celtas, los vikingos y los normandos y, frente a todos ellos, el espìritu del irlandes intentò autoreferenciarse a traves del idioma y por una profunda y compleja relaciòn con su patria. La aman, pero se han autoexiliado muchas veces, impulsados por fuerzas descomunales como el hambre o la opresiòn.
Esas corrientes de pensamiento se plasmaron en las obras literarias de escritores de la talla que ya mencioné, y que han sido faros para el pensamiento universal.
En cuánto a la pintura, a diferencia de la literatura, es difìcil hablar de un estilo o una escuela que sea caracterìstica irlandesa. Desde el siglo XVII al XIX los artistas irlandeses se asimilaron a las mismas corrientes que prosperaban en Inglaterra. Muchos fueron retratistas al servicio de la aristocracia y, salvo las obras de James Peacock que a principio del siglo XIX reflejaban escenas del pueblo, hay muy pocas representaciones del pueblo irlandes.-
A principios del siglo XX aparece Jack B. Yeats, quien pinta escenas tìpicamente irlandesas, luego de èl John Lavery, quien realizò numerosos retratos y paisajes de estilo postimpresionista, más tarde Roderic O`Connor, con obras de marcada tendencia de la pintura moderna.
Muchos otros han ilustrado con su arte el alma y sentir irlandés, sujeto a su tierra y a las peripecias de una historia convulsa y conflictiva, conocedores del yugo de la opresiòn de gobiernos extranjeros. Una cosa es innegable, en la gran mayoría de los pintores irlandeses se advierten sus raices històricas y la estrecha vinculaciòn con un sentir nacionalista que las hace peculiares.