HÉRCULES
Piero della Francesca; después de 1465
Mi intención,como en ocasiones anteriores, es ofrecer una serie de cuadros de temática mitológica de diferentes autores y hablar del personaje tratado en los mismos. Asimismo ofreceremos, cuando exista, otra versión de la misma escena o personaje.
Piero della Francesca (1416-1492) que, en el único tema pagano que conocemos dentro de su producción, representa a Hércules.
La obra es de ca. 1470 y se trata de un fresco de 151 x 126 cm que se puede contemplar en el Isabella Stewart Gardner Museum de Boston.
En la página del museo podemos leer este texto, sacado de Alan Chong, “Hercules,” en Eye of the Beholder, editado por Alan Chong et alii (Boston: ISGM and Beacon Press, 2003): página 53:
Este fresco adornaba en su momento la casa de Piero della Francesca en Borgo Sansepolcro. La pintura fue colocada originalmente en la esquina superior de una habitación, con su parte derecha bordeando una pared, lo que ayuda a explicar la perspectiva empinada de la imagen. Hércules se sitúa en un umbral. Más allá, podemos ver un techo con vigas de madera decoradas con follaje. No hay evidencia de que la habitación estuviera decorada con otros dioses o héroes, como sería de esperar. Además, Piero della Francesca eligió retratar Hércules como un joven, y no como el barbudo y musculoso personaje familiar de la escultura antigua. Ciertamente, el desnudo ideal era un tema central del Renacimiento italiano. Sin embargo, sigue siendo un misterio lo que esta imagen del joven Hércules podría significar en la vivienda privada del pintor, aunque el héroe se asocia comúnmente con la virtud cívica y la bondad. Tal vez la pintura de un desnudo clásico en perspectiva inusualmente empinada era un desafío artístico irresistible para Piero.
Por su parte, Pietro Allegretti, en la colección Los Grandes Genios del Arte que, con patrocinio del BBVA, editó el periódico El Mundo, escribe sobre esta obra:
El fresco fue encontrado entre 1869 y 1870 en el Palacio Graziani de Borgo San Sepolcro, en la que se considera la vivienda de Piero, bajo el enlucido de una habitación del primer piso, al lado de una chimenea y sobre una puerta, ante un fondo azul.
La imagen está incompleta porque la parte baja del fresco fue cortada para abrir una puerta en el siglo XVIII. Fue interpretado por Longhi como parte de un ciclo de hombres ilustres, pero los recientes reconocimientos de las paredes de la estancia han demostrado que se trata de una figura aislada. Mostrado de frente, en una actitud que recuerda al joven descalzo de la Flagelación, la mirada dirigida con decisión y melancólico heroísmo hacia el exterior, Hércules está constituido formando un volumen compacto, que blanquea iluminado por una fuerte luz procedente de la izquierda.
Flagelación (Piero della Francesca; entre 1444 y 1469) |
Envuelto en la piel de león, como es costumbre en la tradición, adelanta la mano derecha con la maza fuera de la superficie del cuadro. Según Francesco Marini (1902) la elección del tema tendría su origen en la leyenda con arreglo a la cual Monterchi, población natal de la madre de Piero, fue librado de un dragón precisamente gracias a la intervención de Hércules.
Como referencia se ha propuesto el Hércules del Palazzo dei Conservatori de Roma. Según Maetzke, la obra podría haber sido realizada en torno a la década de 1470. La figura, única en la producción de Piero por lo que concierne al tema, nos ofrece una vez más un ejemplo del amor del maestro por la figura humana construida por el volumen y la luz. La línea que dibuja el cuerpo no se detiene en detalles anatómicos, cuya determinación se confía por el contrario a los efectos claroscuristas que alisan la superficie.
Hércules (Palazzo dei Conservatori, Roma) |
Hasta aquí el texto de Allegretti.
Nosotros añadimos que el nombre del pueblo de la madre de Piero della Francesca deriva, en efecto de Mons y Ercoli, es decir, monte de Hércules. Además, cuando Monterchi formaba parte del Gran Ducado de Toscana, Pierodella Francesca realiza el famoso fresco “La Madonna del Parto”, probablemente dedicado a su madre, Romana di Perino da Monterchi, que había nacido en esta localidad.
El fresco está considerado como una de las obras maestras del Renacimiento italiano, siendo además la única pintura de ese siglo que representa a la Virgen en estado de buena esperanza. Para la realización del fresco, Piero della Francesca utiliza colores extraídos de minerales selectos y costosos cuyo acabado es una pigmentación brillante y llamativa. El ropaje de la Virgen es de lapislázuli.
Madonna del Parto (Piero della Francesca; 1460) |
Decíamos que nuestra intención era mostrar también en esta serie otra versión de la misma escena o personaje tratado en la obra estudiada. En esta ocasión sí que disponemos de ejemplos pictóricos que nos muestran al héroe Hércules. Y muchos, pero hemos elegido sólo algunos, en concreto dos de Zurbarán y uno de Pollaiuolo, más que nada por el estudio anatómico que hacen el cuerpo del héroe y que podemos comparar con el de Piero della Francesca.
Decíamos que compararíamos la pintura de Piero della Francesca con otras tres, dos de Zurbarán y una de Pollaiuolo.
El ejemplo de este segundo es “Hércules y la hidra de Lerna”, un pequeño panel, una pintura al temple de 17 x 12 cm, la pieza que acompaña a su “Hércules y Anteo“, que se relaciona con tres paneles que representan los trabajos de Hércules que Antonio del Pollaiuolo pintó para Lorenzo de Medicien torno a 1460, obras perdidas que conocemos sólo por versiones posteriores.
También en este caso, como en el de “Hércules y Anteo”, se representa una lucha feroz entre el héroe, con su cuerpo tensado en una ágil y musculosa masa, y, ahora, el legendario monstruo de múltiples cabezas. Las líneas están muy bien definidas, y el movimiento de los nervios y tendones observado hasta el último detalle. Antonio del Pollaiuolo trabajó en el momento en que los estudios de anatomía se estaban desarrollando, y por lo tanto presenta de forma realista el cuerpo humano en sus momentos de mayor excitación emocional.
La fuerza dramática del episodio se expresa en el gesto de fatiga y horror del héroe, pero también su certeza en la victoria. Detrás de la figura orgullosa y bárbara se muestra el meandro de un río azul a través de un amplio paisaje de campos verdes y marrones, con el cielo de esmaltado azul arriba.
Hércules y la hidra de Lerna (Antonio Pollaiuolo; ca. 1475) |
Hércules y Anteo (Antonio Pollaiuolo; ca. 1478) |