J. STEINBECK
"Decía que una vez se fue al desierto a encontrar su propia alma y descubrió que no tenía un alma que fuera suya. Que descubrió que sólo tenía un pedacito de una enorme alma. Decía que el desierto no servía de nada porque su pedacito de alma no servía, a menos que estuviera con el resto, a menos que estuviera con el resto, y estuviera entera. Es curioso lo que recuerdo. Ni siquiera me daba cuenta de que estuviera escuchando. Pero ahora sé que un hombre no sirve para nada si está solo".