DATAR Y JUSTIFICAR EL TEXTO
Yéndolo todo a él y regraciándoselo juntamente, le dize que la causa de prendarse él de el cavello de su amor y llagarse de el ojo de su fee, fue por averle hecho la merced de mirarla con amor, en lo qual la hizo graciosa y agradable a sí mesmo; y que por essa gracia y valor que de él recivió, mereció su amor, y tener valor ella en sí para adorar agradablemente a su Amado y hazer obras dignas de su gracia y amor. Síguese el verso: Quando tú me miravas, Es a saber, con affecto de amor, porque ya diximos que el mirar de Dios aquí es amar, gracia en mí tus ojos imprimían Por los ojos de el Esposo entiende aquí su Divinidad misericordiosa, la qual, inclinándose al alma con misericordia, imprime e infunde en ella su amor y gracia, con que la hermosea y levanta tanto, que la haze consorte de la mesma Divinidad. Y dize el alma, biendo la dignidad y alteza en que Dios la a puesto: Por eso me adamabas. Adamar es amar mucho; es más que amar simplemente; es como amar duplicadamente, esto es, por dos títulos o causas. Y assí, en este verso da a entender el alma los dos motivos y causas de el amor que tiene a ella, por los quales no sólo la amava prendado en su cavello, mas que la adamava llagado en su ojo. Y la causa porque la adamó de esta manera tan estrecha, dize ella en este verso que era porque él quiso, con mirarla, darle gracia para agradarse de ella, dándole el amor de su cavello, y formándola con su caridad la fee de su ojo. Y assí dize: Por eso me adamabas, porque poner Dios en el alma su gracia es hazerla digna y capaz de su amor. Y assí, es tanto como dezir: Porque avías puesto en mí tu gracia, que eran prendas dignas de tu amor, por esso me adamabas, esto es, por eso me dabas más gracia. Esto es lo que dize S. Juan: Que da gracia por la gracia que a dado, que es dar más gracia, porque sin su gracia no se puede merecer su gracia. Es de notar, para intelligencia de esto, que Dios, assí como no ama cosa fuera de sí, assí ninguna cosa ama más baxamente que a sí, porque todo lo ama por sí, y assí el amor tiene la razón de el fin, de donde no ama las cosas por lo que ellas son en sí. Por tanto, amar Dios al alma es meterla en cierta manera en sí mismo, ygualándola consigo, y assí ama el alma en sí, consigo, con el mismo amor que él se ama. Y por esso en cada obra –por quanto la haze en Dios- merece el alama el amor de Dios, porque, puesta es esta gracia y alteza, en cada obra merece al mismo Dios. Y por esso dize luego: Y en eso merecían, Es a saber, en ese favor y gracia que los ojos de tu misericordia me hizieron quando tú me mirabas, haziéndome agradable a tus ojos y digna de ser vista de ti, merecieron Los míos adorar lo que en ti vían. Es tanto como dezir: Las potencias de mi alma, Esposo mío, que son los ojos con que de mí puedes ser visto, merecieron levantarse a mirarte, las quales antes, con la miseria de baxa operación y caudal natural, estaban caydas y baxas, porque poder mirar el alma a Dios es hazer obras en gracia de Dios; y assí, merecían las potencias del alma en el adorar, porque adoraban en gracia de su Dios es hazer obras en gracia de Dios; y assí, merecían las potencias del alma en el adorar, porque adoraban en gracia de su Dios, en la qual toda operación es meritoria. Adoraban, pues, alumbrados y levantados con su gracia y favor, lo que en él ya vían, lo qual antes por su ceguera y baxeza no vían. ¿Qué era, pues, lo que ya veyan? Veyan grandeza de virtudes, abundancia de suabidad, bondad inmensa, amor y misericordia en Dios, beneficios innumerables que de él avía recivido, ahora estando tan allegada a Dios, ahora quando no lo estava. Todo esto merecían adorar ya con merecimiento los ojos de el alma, porque estavan ya graciosos y agradables al Esposo; lo qual antes no sólo no merecían adorar no veer, pero ni aun considerar de […] (San Juan de la Cruz, Cántico espiritual, 1584-1591, siglo XVI). 1
Tras una atenta lectura del texto, los datos lingüísticos que analizaremos a continuación, nos servirán para datar el fragmento del siguiente texto. INTRODUCCIÓN: El fragmento que nos ocupa es evidente que pertenece al Siglo de Oro, ya que es anterior a la Real Academia porque no está fijada la ortografía – averle, dize, etc.- y es posterior a la Edad Media por la conjunción y la h en vez de f- – hecho, hermosea, hazer –. Por lo tanto nos queda saber si el texto es del siglo XVI o del XVII. Así pasaremos a analizar, en primer lugar, las grafías. NIVEL FONÉTICO-FONOLÓGICO Puesto que ya conocemos la cronología aproximada del texto, podemos examinar cuál es su estado lingüístico. Para ello seguiremos un criterio fonológico. Vocalismo El sistema fonológico de las vocales españoles se estableció en época prerromance, pues con la diptongación de las vocales abiertas tónicas –ę, ỏ - del latín vulgar, y el consiguiente desdoblamiento vocálico que supuso, el sistema pasó a ser el actual: /i/ /e/ /a/ /o/ /u/ En nuestro texto, en líneas generales, podemos afirmar que el análisis del vocalismo no revela grandes divergencias con el español en época del Rey Sabio: observamos una continua vacilación en el timbre de las vocales: “ll agarse”, “mesmo”, “mesma”, “llagado”; diptongos decrecientes: “caydas”; se ha conservado la grafía y para /i/ en los casos “yéndolo”, “ygualándola”, “veyan” y “caydas”. Consonantismo La estructura del consonantismo presenta una notable innovación respecto a periodos anteriores: la fijación del cambio F- > h-. Lo hallamos en hermosea (< FORMOSA), hazer, haze, hazerla, hizieron, haziéndome, hecho (< FACERE); los casos de f- conservada se deben a cultismos: fee (< FIDEM), formándola (< FORMARE), favor (< FAVOREM) o a condiciones fonéticas especiales, como presencia de diptongos fue (< FUIT), fuera (< FORAS). Por otra parte, las antiguas oposiciones de consonantes parecen conservarse. En las labiales sonoras b aparece para la procedente de B- latina: baxa (< BASSA), bondad (< BONITATEM), beneficios (< BENEFICIUM); ante líquida: innumerables (< INNUMERABILEM), agradables (< -BILIS); y v para la originaria en la semiconsonante latina: valor (< VALOREM), verso (< VERSUS), vista, vían, visto, veyan, veer, biendo (< VIDERE), Divinidad (< DIVINITATEM), motivo (< MOTIVUS), virtudes (< VIRTUTEM), suabidad (< SUAVITATEM); y en –B- intervocálica: averle, avías (< HABERE), miravas (< -ABAS), amava (< - ABAT), dabas (< -ABAS), adoraban (< -ABANT), abundancia (< ABUNDANTIA), estavan (< -ABANT); sólo escapan del esquema: cavello (< CAPILLUM ), recivió, recivido (< 2
RECIPERE), en ambas la labial oclusiva sorda /p/ sonoriza en /b /. Por lo demás, se aprecia en el texto confusión de grafías B/V. Otra característica del texto es el estado de las consonantes sibilantes: ensordecimiento de fricativas o sibilantes. Por un lado, tenemos distinción entre sibilantes dentales sordas /ş/ en oposición a las sonoras /z̹/ > /ş/ < z >: los ejemplos lo encontramos en dize (< DICERE) y en hizo, hazer, haze, hizieron, haziéndome (< FACERE); por otro lado, también se diferencian las alveolares sibilantes sordas /s/ en oposición a las sonoras /z/ > /s/ < ss, s >: sufijo adjetival (–OSA) en misericordiosa, essa (< IPSAM), esso (< IPSUM), assí (< SIC); y por último, distinción entre las sibilantes palatales sordas /š/ frente a las sonoras /ž/ > /š/ <x, j >: los ejemplos lo encontramos en juntamente (< IUNCTUM -MENTE ), ojo (< OCULUM formación de yod 2ª del grupo latino k´l), diximos (< DIXIMUS : DICERE) y en baxamente, baxas (< BASSA). Además, el texto muestra otros ejemplos en el campo de las fricativas: /θ/ (Interdental fricativa sorda): graciosa, gracia (< GRATIA), potencias (< POTENTIAM), abundancia (< ABUNDANTIAM), beneficios (< BENEFICIUM), merecer (< MERESCĔRE), intelligencia (< INTELLIGENTIAM), merced (< MERCEDEM), ceguera (< CAECUM), sufijo adjetival (-EZA) en grandeza. En el campo de las palatales tenemos la palatal lateral sonora /l_/: llagarse, llagado (< PLICARE), cavello (< CAPILLUM), ella (< ILLA); y la palatal africada sorda /ĉ/: hecho (< FACTUM) y en estrecha (< STRICTAM). Los dos ejemplos están formados por la yod 4ª, grupo KT que evoluciona a un sonido o timbre más chicheante hasta resultar /ĉ/. Respecto a las velares, tenemos el sonido oclusivo velar sordo /k/ para (C, QU-) desde época alfonsí: qual, quales (< QUALIS), quando (< QUANDO), quanto (< QUANTUS). De los grupos, se conservan NASAL + LÍQUIDA /-m’n-/ > /-mbr-/: alumbrados (< ILLUMINARE); /-n’m-/ > /-lm-/: alma (< ANIMA); OCLUSIVA + LÍQUIDA: prendarse (< PIGNORARE). Concluyendo, las grafías nos descubren una fonología del español del siglo de oro, lo que nos sitúa a finales del siglo XVI por las siguientes características: 1. Se extiende la grafía H- por F- inicial. 2. Se extiende el ensordecimiento de las sibilantes sonoras. 3. Se extiende la confusión de B/V. 4. Fricatización de las dentoalveolares sonora y sorda. NIVEL MORFOSINTÁCTICO El fragmento presenta las siguientes características morfosintácticas: 1. Desaparece la forma GELO por SELO por el trueque de sibilantes. El ejemplo lo encontramos en: regraciándoselo. La forma GELO llega hasta 1530 y después desaparece de la literatura. 3
2. Predomina ESTE frente a AQUESTE que es más arcaizante. 3. El verbo HABER se utiliza como auxiliar: averle hecho, a puesto, a dado en vez de verbo transitivo de posesión TENER. El proceso es lento y ya Valdés decía que HABER no debe ser verbo transitivo pero se usa. Para el castellano, puede darse la fecha del XVI o principios del XVII como el abandono y luego desaparición del uso de HABER transitivo. Hoy es plenamente auxiliar. 4. Se ha perdido NON para la negación. Tenemos no que es a partir del siglo XVI. 5. Se consolida SER + PARTICIPIO: ser vista de ti. 6. El adverbio –MENTE se escribe junto: juntamente, agradablemente, simplemente, duplicadamente. Por consiguiente, por la pérdida del NON por el NO y el empleo GELO por SELO, se trata de un texto del siglo XVI. Pertenece al Cántico espiritual (1584-1591) de San Juan de la Cruz.
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