LOS CHAKRAS
Los chakras, del sánscrito rueda o disco, son vórtices energéticos situados en los cuerpos sutiles del ser humano, es decir, no están en su cuerpo físico (aunque guardan una estrecha relación con él), sino en el astral o espiritual. Su tarea es la recepción, acumulación, transformación y distribución de la energía llamada prana: la energía universal que entra en el cuerpo mediante la respiración, según los ocultistas.
Se dice que tenemos más de 100 chakras menores o secundarios que se realcionan directamente con nuestro cuerpo físico (son aquellos con los que se trabaja en acupuntura, por ejemplo), pero en la presente publicación nos centraremos en los 7 principales, que son aquellos que se vinculan con los cuerpos emocional y espiritual.
PRIMERO: CHAKRA RAÍZ
El primer chakra se encuentra bajando por la columna vertebral, justo en la base del cóccix, entre los genitales y el ano. Es la raíz del ser, la conexión más profunda de nuestro cuerpo con la tierra. Con este chakra podemos asociar el instinto animal que todo ser humano lleva, el instinto de supervivencia. Es ahí donde se cubren las necesidades básicas, primarias. Representa nuestra condición material, y el sexo como reproducción y preservación de la especie únicamente.
Representa el derecho a tener. El derecho a estar aquí, recibir lo necesario para la supervivencia, alimentos, ropa, vivienda, tolerancia, calor humano, contacto físico, etc.
En términos energéticos este chakra canaliza la energía de la tierra en sentido ascendente a través de los pies y las piernas con el fin de procesarla y estabilizarla.
El funcionamiento de este chakra determinará nuestra conexión con la tierra y la materia. Suele llamárselo como el ancla del espíritu. Está relacionado con una sustancia (ubicada a lo largo de la columna vertebral) que mantiene al cuerpo en forma y cuando no funciona bien se presentan las enfermedades y el cuerpo empieza un proceso de deterioro.
Este chakra está asociado con el sexo. Es también el lugar donde más intensa energía hay en el cuerpo humano, aquella energía que nos permite generar vida. Contiene nuestras raíces, incluyendo valores, creencias y herencia familiar, sentimientos originales acerca de nosotros mismos, nuestro derecho a existir, nuestro derecho a ocupar espacio, nuestro derecho a ser amado, nuestro derecho a que nuestras necesidades se vean satisfechas. La programación que afecta a nuestras necesidades básicas, incluyendo la necesidad de dinero, amor/ser amado, sexo, alimento, aire, agua, vivienda, energía material para alcanzar el propósito en la vida.
Es en este chakra en donde ocurre la primera prueba de concientización. Es en donde, cada uno de nosotros en última instancia defiende el sentido de su ser o el dejarse absorber por las normas culturales que rigen en ese momento. Todos estamos sometidos, de manera directa o indirecta, a condicionamientos culturales. Las expectativas de la familia, la escuela, la iglesia, los amigos y los compañeros de trabajo proporcionan un fuerte mensaje sobre cuán acorde deberíamos estar con los demás.
La señal clave que nos indicará cuando el chakra raíz se encuentra cerrado o bloqueado, será la inseguridad. Si nosotros sentimos que no tenemos suficientes recursos para cubrir nuestras necesidades económicas, ropa, casa, comida, etc. entonces crearemos un sentimiento de inseguridad y actuaremos guiándonos por él. Al entrar en este juego estaremos creando más armas de inseguridad y de inestabilidad haciéndose una cadena interminable. Nuestros desequilibrios externos provienen de nuestro desequilibrio interno y no al revés, y es de adentro hacia fuera como se pueden cambiar las cosas.
SEGUNDO: CHAKRA SACRO
El segundo chakra se ubica dos dedos de ancho por debajo del ombligo. En Japón se le conoce como hara chakra. Está ligado a la vida y es el responsable de la vida sentimental, la fuerza vital y la creatividad.
Representa el derecho a sentir. Vivimos en una cultura que reprime la expresión de la emotividad, que considera débiles a los que demuestran su parte más sensible, y ello hace que se reprima nuestro derecho a sentir. Sin saber lo que sentimos no podemos averiguar qué es lo que deseamos.
Este chakra se relaciona con la sexualidad y la creatividad. Se relaciona con los testículos o los ovarios, ya que estos crean las hormonas involucradas en la reproducción y pueden causar dramáticos cambios de ánimo. Es nuestro nivel lunar de fertilidad, crecimiento físico y reproducción de la especie, correspondiendo al cuerpo egoico o emocional inferior que forma el ego.
El segundo chakra, es distribuidor de la energía solar, está a la altura del bazo, encima de los órganos genitales. Su función es la de controlar la lengua, manos, piernas, riñones y glándulas suprarenales. El dona el poder de sentir las vibraciones sutiles. Su activación estimula la creatividad, la sensualidad y las relaciones.
Es el de la creatividad, el conocimiento y la atención puras, proporciona el sentido de la estética, el arte y la música y la apreciación y la conexión con la naturaleza. Es el que nos conecta con la fuente interna de inspiración y nos permite apreciar la belleza que nos rodea.
El conocimiento puro que este chakra nos otorga no es mental, sino que es una percepción directa y absoluta de la realidad. En este centro se encuentra nuestra capacidad de concentración y atención.
El principal impulso de este centro es la búsqueda del placer. Es el centro de nuestros sentimientos y nuestra creatividad. Capacidad de dar y recibir amor y placer en una relación de pareja. Está relacionado con la calidad del amor hacia la pareja que puede tener la persona.
La principal clave para notar un desequilibrio es el deseo de perderse en el sexo, el alcohol, las drogas, la comida o en cualquier otra sensación estimulante. Las fantasías sexuales, aunque no haya actividad real, también son motivadas por el deseo de este chakra que conduce a la imaginación. Esto podría fácilmente llevar a ver a todo el mundo en términos de su potencia sexual.
El chakra sacro tiene relación con la capacidad de discernir lo que es positivo para nuestra evolución y aquello que no lo es. Con la energía o poder del lado izquierdo, deseamos. Con el lado derecho entramos en acción. En este chakra se encuentra alojada la fuerza de vida en relación directa con la acción, la acción en el mundo, la acción interna que deviene la acción externa en respuesta a sus necesidades. Ha sido creado para nuestra acción. Cuando entramos en acción este chakra comienza a trabajar.
El chakra sacro es el segundo centro unido a la Tierra. Nos permite espiritualizar la materia, mirar en la materia y utilizarla para que nos sirva. No para que la materia nos bloquee, sino para que la materia nos sirva.
TERCERO: CHAKRA DEL SOL
Representa el derecho a obrar. En ocasiones, este derecho nos lo mengua la autoridad abusiva o excesiva por parte de los padres y/o tutores.
Se encuentra encima del ombligo, controla el bazo, hígado, páncreas, intestinos, etc. Es nuestro nivel mercurial de asimilación nutricia y memoria, correspondiendo a nuestro cuerpo etéreo o mental inferior que forma la memoria. Cuando está abierto nos da un fuerte instinto de conservación, comunicación y destrezas mentales y manuales.
Es el que nos da la cualidad de la generosidad y el sentido completo de satisfacción y felicidad. Proporciona rectitud y un sentido interno de moralidad, dándonos el equilibrio en las diferentes facetas de nuestra vida, así mismo otorga generosidad incondicional, total satisfacción y una profunda paz interior. Autoestima, acción, vitalidad, sabiduría espiritual y conciencia de la universalidad de la vida y del propio sitio dentro de ella. El centro del plexo solar es muy importante en lo que se refiere a la capacidad de conexión humana. Cuando una persona crea una relación con otro ser humano, crecen cordones entre sus respectivos chakras del plexo solar. Cuando más fuertes son las conexiones entre ambas personas, mayor fuerza y número tendrán esos cordones. En los casos en que se está terminando la relación, los cordones se van desconectando lentamente.
Funciona como almacén de los juicios, opiniones y creencias que hemos reunido acerca de nosotros mismos y del mundo. Estos juicios a su vez afectan nuestra autoestima y nuestra confianza en nosotros mismos. Es quizás por esta razón por lo que este centro es visto como la fuente del conocimiento que nos dice como operar dentro de la sociedad y el mundo. El sentirse firme y enérgico y tener idea de cuánto poder se tiene, el reconocerse a sí mismo como un individuo separado del mundo y aun así ser capaz de tener un rol en ese mundo, son las motivaciones de este chakra.
Aquí está la habilidad de definir limites, decir “si” cuando se quiere decir si y “no” cuando se quiere decir no. La necesidad de elegir es una conducción importante del tercer chakra.
Mientras que el primer chakra se satisface con la supervivencia y el segundo chakra está buscando constantemente el placer, el tercer chakra se preocupa del desarrollo del autocontrol. El discernimiento es la característica principal del tercer chakra y es ahí donde la mente protesta.
El plexo es la sede, el centro, el receptáculo de las emociones. Las emociones forman parte del movimiento de vida. Las emociones son un movimiento. Por eso, algunas veces, en el receptáculo del plexo, hay agitación, tempestad o calma, pues las emociones son el movimiento de la vida.
El tercer chakra es el autodominio, la autodeterminación y la restricción. Es nuestra decisión, es la forma en la que nos dirigimos con firmeza y energía, convencidos de lo que queremos. Aquí nos reconocemos a nosotros mismos y reconocemos nuestra fuerza y nuestro poder, marcamos nuestros límites, sabemos decir que si cuando lo queremos, y también sabemos decir que no cuando así lo deseamos, con absoluta convicción sin culpas y sin afán de hacer daño a nadie. El discernimiento es la característica de este chakra, aquí están nuestra ética y nuestro código moral. Es autoconocernos y discernir hasta donde podemos llegar para conseguir nuestras metas y después actuar.
Un tercer chakra bloqueado se manifiesta en personas que se empeñan en ser el centro de atención, las que se afanan en no cometer errores, personas egoístas que quieren que todo gire con base en sus deseos, manipuladoras, chantajistas y controladoras. Pero también se puede ver la otra cara de la moneda: están quienes se dejan dominar por todos, que no tienen confianza en sí mismas, que se sienten débiles y desvalidas, que no saben decir que no, que hacen todo aquello que le imponen incluso sabiendo que les puede dañar.
A nivel fisiológico el bloqueo de este chakra puede provocar trastornos en la digestión y el metabolismo. Adicción a sustancias que provocan la ilusión de aumentar la energía, como la cafeína, azucares anfetaminas o cocaína, que proporciona un alivio temporal, pero cuyo resultado final es una falta mayor de energía. La fatiga crónica el sistema inmunológico no tiene fuerza para luchar contra los gérmenes.
CUARTO: CHAKRA CORAZÓN
Está ubicado en el centro del pecho y también representa el punto central de la serie de chakras. Se lo considera el centro del amor. De aquí fluye la energía en ambas direcciones; ella une los chakras inferiores con los superiores. La capacidad de brindar y recibir amor de todo corazón y desinteresadamente. El chacra del corazón es responsable de la transformación y de ofrecerse con confianza a la vida.
Representa el derecho a amar y a ser amado. En la familia puede este derecho mermado cuando los padres no atienden a su hijo de manera constante e incondicional, este amor bajo condiciones atenta contra la autoestima del niño. Es responsable de la compasión y el amor sin egoísmo, del discernimiento y la trascendencia.
Se relaciona con emoción, compasión, amor, equilibrio y bienestar. Se relaciona con la glándula timo, que además de ser parte del sistema endocrino es parte del sistema inmunológico, responsable de defender el cuerpo ante agentes patógenos, es decir que causan enfermedades, y estrés.
El cuarto chakra es el lugar donde reside el espíritu, nuestro verdadero ser. Desde el corazón se manifiesta el amor y la compasión, y este chakra nos proporciona el sentido de la responsabilidad. En su parte central, a la altura del esternón se manifiesta como completa seguridad y confianza en uno mismo. La mayoría de nuestras decisiones serian prosperas y auténticas si fueran hechas por el corazón, el centro de las relaciones, el amor y la compasión.
En el interior del chakra corazón, reside el ser, el espíritu. El espíritu se manifiesta cuando se abre el corazón. En ese momento se siente el gozo puro de la creación y el sentido y el propósito de nuestro lugar en el mundo. La cualidad del chakra corazón es el amor puro e incondicional. El chakra corazón es un centro cuya fuerza irradia con particular intensidad hacia el exterior. Este chakra abierto tendrá un efecto espontáneo curativo y transformador en otras personas. Es la base de una personalidad sana.
Entre los bloqueos propios de este chakra aparecen los que provienen de un exceso de energía en sí mismo. Un chakra debilitado se manifiesta en el cuerpo físico por medio de un pecho hundido y con presión en el esternón, lo que hace que la respiración sea difícil y forzada. En esta situación estarían las personas con tendencia a encerrarse en sí mismas, a evitar las relaciones interpersonales, a tener pensamientos negativos, miedos, etc.
Desde la perspectiva energética, existen tres tipos de amor:
Amor personal. Este tipo de amor es el que más disfrutamos, es el que se genera con nuestros seres queridos. Es el amor de pareja, en donde la chispa y las emociones se disfrutan a gran escala. Amando en esta etapa, con el corazón abierto, bastará con un poco de voluntad para que la etapa de noviazgo, el cortejo, la conquista, los detalles, estén vivos dentro del matrimonio.
En esta etapa todavía existen apegos a nivel emocional, esto hace que se manifieste en forma de miedo, el miedo a perder a nuestra pareja es uno de ellos, esto se debe a que todavía estamos viviendo a partir de nuestros chakras inferiores. Cuando equilibras el amor compasivo, este temor disminuye para disolverse totalmente con el amor universal.
Amor compasivo. Sentimos compasión por nuestros seres queridos y con nuestro corazón despierto, solamente deseamos ayudarles en todo. Esta compasión se expande hacia todos los seres, pero ya no nos involucramos, vivimos los problemas sin que esto nos produzca sufrimiento, y la gente se puede contagiar de esta alegría de vivir y disfruta nuestra ayuda, porque ya no somos parte del sufrimiento.
El perdón es la parte más relevante en este tipo de amor, se necesita mucha compasión para aceptar que todos tenemos una parte oscura que sale provocando daño consciente o inconscientemente. Sabemos comprender y perdonar.
Amor universal. Esta es la expresión máxima de amor, aquí se unen todos nuestros chakras. Y vivimos el amor pleno de manera impersonal. Sentimos como la energía del universo fluye a través de nosotros atrayendo a personas y circunstancias que nos darán alegría, amor, paz, felicidad, etc. Ya no existe el temor a la carencia porque la abundancia es parte de nosotros. Al no haber apegos te conectas a la fuente que te provee de energía y puedes seguir dando sin que esto te afecte, ya no hay dependencia emocional con nadie, porque vives a partir del corazón y del amor que fluye a través de él. El miedo ya no ocupa nuestra atención, en su lugar, vivimos a partir de la certeza.
QUINTO: CHAKRA GARGANTA
Se ubica en el centro del cuello sobre la laringe. Se lo considera el centro de la comunicación. A través de la voz nos comunicamos con el mundo exterior Cuanto más regular y fuerte sea la vibración del quinto chakra, mí clara será la expresión vocal, lo que advierte la presencia de un persona con un marcado chakra del cuello. Simboliza el desprendimiento, la relajación y la expresión de la verdad interior.
Representa el derecho a decir y a escuchar la verdad. Cuando no se nos permite hablar delante de los nuestros, cuando no se nos escucha lo que decimos, cuando no se nos habla con sinceridad, cuando se nos exige a seguir creyendo en los mitos de la familia o se nos critica o cuestiona por hablar, se nos traiciona nuestra confianza revelando asuntos privados, etc., vamos cerrando el chakra, y perdiendo nuestro derecho a hablar.
Este chakra influye en la comunicación y expresión, en el oído interno y en la telepatía. Rige la tiroides, los bronquios, el interior de la boca y en la clarividencia.
Cuando está abierto nos activa la voluntad, la capacidad de crear, de pronunciar el verbo para actuar y realizar, es el don de la humanidad actual que forma su alma divina.
Este chakra aporta la energía que se necesita para comunicarnos con los demás. Su buen estado repercute en que las relaciones sean correctas y en que podamos expresar las percepciones del corazón. Este chakra se obstruye con los sentimientos de culpa y cuando culpabilizamos a otros con nuestra arrogancia, es decir, cuando se falta a la dignidad propia o ajena.
Es muy útil para manifestar y para la autoprotección. A través de el , expresamos lo que pensamos, sentimos, vemos, deseamos y detestamos. La parte frontal de este chakra suele conocerse como el “asiento de la responsabilidad”, pues es a través de ella como decimos “sí” o “no” a las opciones de la vida. Vinculado también con el alma, este chakra es visto como un transmisor para la expresión de sus deseos por parte del alma.
Este chakra incluye aquellas cualidades que gobiernan la comunicación con nosotros. Conforme despierta, se descubre un mayor respeto por uno mismo y por los demás. El ego no se infla de orgullo ni uno se siente enfadado por la agresión o la crítica. En él se manifiesta el poder de ser testigo. Mediante la práctica diaria de la meditación, uno acaba identificándose con el espíritu. En este estado de unión con el espíritu uno se hace testigo de su cuerpo, de su mente, de sus pensamientos, de sus emociones y por último, del teatro de la vida.
La culpa y falta de confianza en uno mismo impiden el normal funcionamiento de este centro, el preocuparse en exceso por los demás y sentirse responsable por sus errores también dañan este chakra, solo siendo el testigo podremos ver las cosas desde la perspectiva correcta. Cuando nos involucramos, la ansiedad distrae nuestra atención y, en lugar de encontrar una solución, aumentamos el problema.
A través del chakra del cuello manifestamos todo lo que vive en nosotros, nuestra risa y nuestro llanto, nuestros sentimientos de amor y de alegría o de angustia y de ira, nuestras intenciones y deseos, igualmente nuestras ideas, intuiciones y nuestra percepción de los mundos interiores. La culpa reprimida se acumula en forma de cólera y sobrecarga el chakra. Finalmente esta acumulación de cólera reprimida da paso a la negatividad. La pesada carga de este chakra ejerce presión sobre el chakra inferior. La voz de la expresión creativa.
SEXTO: EL TERCER OJO
Representa el derecho a ver. Este derecho se ve agredido cuando quieren convencernos de que no es cierto lo que hemos visto, se nos oculta deliberadamente las cosas o se pone en duda nuestra visión de las cosas. Debemos hacer valer nuestro derecho a ver, porque nos ayudará a recuperar nuestras facultades intuitivas.
Físicamente este chakra gobierna la glándula pituitaria, la parte izquierda del cerebro, el ojo izquierdo, las orejas, nariz y el sistema nervioso en general. Cuando está bien activado se desarrolla la templanza, la dignidad, grandeza, sentimientos delicados y produce la clarividencia positiva. Su desequilibrio hace que se sea ilógico, distraído, demasiado intelectual y hace tener miedo al futuro.
Se encarga del perdón y la comprensión, y permite trascender de la consciencia mental pensante a la consciencia espiritual sin pensamiento. Cuando este chakra se abre, entendemos el verdadero significado del perdón, al igual que nos hacemos conscientes del mal que nos hace el odio y el rencor. Estos últimos son incompatibles con la paz y el amor a los que un ser humano aspira desde el interior noble de su espíritu.
Reverenciado desde tiempos antiguos, este chakra, también llamado el tercer ojo, es nuestro centro visual interno y externo. A través de él obtenemos, registramos y enviamos imágenes, símbolos, colores e imágenes que representan la realidad. Relacionado con la hipófisis este centro regula muchas de nuestras funciones hormonales y endocrinas, basando su salud física en nuestros objetivos y la imagen que tenemos de nosotros mismos.
A través del sexto chakra se consuma la percepción consciente del ser. En él se asienta la fuerza psíquica superior, la capacidad intelectual de diferenciación, la capacidad del recuerdo y de la voluntad; y a nivel físico es la central de mandos suprema del sistema nervioso central.
SÉPTIMO: CHAKRA CORONA
Representa el derecho a saber. El derecho a la verdad, a la información, a la educación y a los conocimientos. Imponer una creencia espiritual a otra persona atenta contra el derecho de saber, cada persona tiene el derecho de saber que más le conviene.
Es el chakra del sentido, el chakra maestro que controla a los demás. Su rol sería parecido al de la glándula pituitaria, que segrega hormonas para controlar el resto del sistema endocrinológico, y que también se conecta con el sistema nervioso central a través del hipotálamo.
Está relacionado con la conexión de la persona con su espiritualidad y con la integración de todo su ser, físico, emocional, mental y espiritual. El séptimo chakra integra los seis anteriores con todas sus cualidades y aspectos. Se encuentra situado en el punto supremo, encima de nuestra cabeza y en el centro. Integración de la personalidad total con la vida y los aspectos espirituales de la humanidad. Representa el último escalón en la evolución de la consciencia humana. La humanidad en su globalidad se encuentra ante la posibilidad de despertar este chakra. El chakra corona nos da la percepción directa de la realidad.
Dado que está conectado con planos superiores, el séptimo chakra es visto como el centro de nuestra divinidad, el lugar a través del cual conocemos nuestra unidad con la fuente divina y con todos los otros seres espirituales. Al perder el ego y los condicionamientos se disfruta de la dicha del divino. Este es un lugar celestial, mucho más allá de cualquier imaginación fantástica.
El chakra corona es la fuente y punto de partida para la manifestación de todas las restantes energías de los chakras. Aquí estamos unidos con el ser divino, sin atributos y amorfo, que contiene en sí todas las formas y atributos no manifestados. La apertura y armonización de los chakras descritos hasta ahora pueden transmitirnos una gran plenitud de conocimiento, experiencias y capacidades. Pero sin la apertura del chakra corona siempre tendrás la sensación de separación de la plenitud del ser, y por ello no estarás totalmente libre de la angustia. Por esta angustia, en los chakras se seguirá manteniendo un resto de bloqueos residuales. Los chakras no podrán desplegar toda la amplitud de sus posibilidades, y las energías individuales no vibraran en perfecta consonancia con la intención del creador, y, por lo tanto no habrá plena armonía entre ellas.
El chakra de la corona es una puerta abierta a la comunicación y a la canalización. Es el chakra de la comunicación celeste y de la comunicación interior. Sin este chakra, no podríamos vivir. Tenemos necesidad de alimentaros del cielo, igual que necesitamos alimentaros de la tierra. Este chakra también es llamado la puerta del cielo, como una puerta de recepción y de emisión. Desde este chakra emana la glándula pineal localizada en el centro de nuestro cerebro. Es un centro de comunicación que alimenta a todos los centros de energía localizados en nuestra envoltura física. Nutre a todos esos centros con la vibración de sus planos superiores de conciencia.
Un bloqueo de este chakra hará que la apertura y armonización de los chakras inferiores, así como la experiencia y conocimiento adquiridos por medio de ellos nos sintamos separados de la plenitud del ser. Todo ello impedirá que nos sintamos realizados por completo al no eliminar todo el miedo y la inseguridad. Dicho bloqueo evitará que la energía de los demás chakras vibren en armonía con la creación y entre ellas misma.